Una mirada, o mejor un libro, para
conocer la Italia profunda. Este país que nos ha dado tanto o mucho de nuestra
cultura, de una cierta cosmovisión, un parámetro jurídico. A donde se mire, hay
un palacio, un puente o una supercarretera de sello italiano, las grandes
ciudades latinoamericanas tienen mucho de italiano. Esta Italia que nos ha dado
la pintura y nos ha dado la ópera. Y mucha comedia.
Italia contemporánea nos queda más
cerca, y la podemos ver a través de su literatura. Un paisaje social complicado
como toda sociedad de esta época, que ha mutado con el devenir, es lo que vemos
por ejemplo a partir del relato y los personajes que son de todas partes. Sin
detenernos en las sinópsis hay libros fundamentales a los que debemos entrar sin
contratiempos. Por ejemplo “El gattopardo” de Giuseppe Tomasi di Lampedusa es
un buen punto de partida para comprender las relaciones de poder y las
tendencias políticas y sociales que moldean nuestras sociedades. Los
acontecimientos llegan para cambiarlo todo. Una revolución, un invento, una
industria. Cambia la sociedad, pero no cambian las relaciones de poder, de ahí
que el Gattopardo (leopardo jaspeado) es una parodia en la que podemos ver
nuestra propia sociedad, una metáfora que podría ser la del camaleón.
Otro perfil de la Italia contemporánea
podemos verla a través de la obra de Leonardo Sciascia, una radiografía de los
intersticios menos imaginados de las grandes urbes donde no sólo se cocinan
pizzas o espaguetis sino la política y sonados casos de corrupción, y ahí es
donde Sciascia hace cátedra. Otra vez encontraremos la parodia, o más bien el
espejo donde cualquier sociedad de este tiempo está reflejada.
Libros de culto, libros que son casi
obligatorios como los de Alberto Moravia, que además nos son ya familiares por
algunos de sus temas latinoamericanos, y en ese orden Primo Levi, Italo
Calvino, Alberto Bevilacqua.
Más cercanos en este mundo globalizado
encontramos las tramas de la metrópolis en las excelentes historias de
Alessandro Barico –City-, Paolo Giordano –La soledad de los números primos- y
por supuesto Sandro Veronisi –Caos Calmo-.
Mucha de esta literatura ha sido llevada
al cine, las tiendas de películas por internet tienen todo el repertorio
actualizado, pero antes de ver la película, siempre será mejor leer el libro.
Una de estas películas que se impone mirar es “La Califa” su contexto nos
resultará conocido.
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