Talvez
el absurdo grafica mejor el momento inquietante de mitad del siglo veinte cuando
la humanidad se ve repetir la comedia del exceso, la frivolidad y la estupidez.
Así que el surrealismo presta sus recursos para esta postal que a modo de
crónica poética utiliza la poeta Mercedes Durand para transmitirnos esa
apreciación de los años 60-70. Vamos a ahorrar grandilocuencias para no
fastidiar el tedio, hay que leer el poema, que de eso se trata:
JAZZ
ASINTÁCTICO
MERCEDES
DURAND
-Poeta salvadoreña
«Un
metrónomo, una clepsidra y un caracol descansan sobre la cornisa
de un
templo griego cuyas columnas
son piernas de mujeres vestidas de medias negras»
-Alejo Carpentier.
La naranja se viste de gusanillo
amarillo
las arañas arpistas ejecutan la sílfides
el oso toma té
los ciclistas respiran con nariz de
manubrio
el champagne se resbala por las
alcantarillas
la cama de la alondra es un hueso de
naipe
el abogado juzga la poliandria absoluta
del burdel de las moscas
el hilo del teléfono inventa sinfonías
los espejos aúllan al mirar a Brigitte
Buster Keaton pellizca el bigote del
führer
Charlot hace cosquillas al senador Mc
Carthy
brujas de mayonesa escupen a Arthur
Miller
pianos de plastilina se derriten al sol
stradivarius ciegos solicitan limosnas
guisantes pilotean aviones de esterina
submarinos de almendras abochornan al
mar
Juan XXIII oficia en la cripta del
Kremlin
Nikita se disfraza de rechoncho cow-boy
el cow-boy viste smoking y se instala
en el Waldorf
el negro congolés asesina a Lumumba
Lumumba se desangra en agónicas rosas
las sombras acarician la sombra de
Kennedy
Kennedy se desploma en los brazos de
Jacqueline
Jacqueline vuelve negra la Casa Blanca
los cortinajes giran y un frasco de
pastillas
pastillas made in Hollywood
asesinan a Marilyn
Marilyn y su aspecto batean a Di Magio
Di Magio es vitoreado por fanáticos
negros
negros asesinados en las calles de
Alabama
Alabama tufosa a cecina y tambores
tambores de bagazo y pobladas melenas
melenas de los hippies y guitarras
eléctricas
eléctricas psicosis de droga y
teddy-boys
teddy-boys se atragantan con LSD
LSD armónicos retretes
retretes ambulantes los del ritmo
a-go-go
a-go-go baila Alexis y Richard
y Juan Pérez
Juan Pérez desayuna con restos de
chop-suey
Chop-suey caviar y bourbon vomita
Rubirosa
Rubirosa seduce un yate en Saint Tropez
Saint Tropez mausoleo de venéreas
fortunas
fortunas epilépticas de pereza y sudor
sudor deshidratado en patiños imperios
orinales edemas
y papel
papel – papel - papel grita el loco en
la red
red de azules pescados y dormidos corpúsculos
corpúsculos de arena y zinc y de luz
luz de electromagnetos en los
computadores
computadores rojos y voltajes atómicos
atómicos bikinis para el vuelo espacial
diez
nueve
ocho
siete
seis
cinco
cuatro
tres
dos
uno
ceeeeeerooooo…
el cohete se dirige al mundo sideral…
galaxias
planetoides
venus
marte
mercurio
el aire se enrarece
la gravedad no existe
Valentina carmena sus dorados cabellos
Yuri Gagarin duerme sobre lechos de
estrellas
Laika ensaya ladridos con escalas
astrales
Gordon Cooper medita sobre el juego de
golf
el Zond 3 rasga el ojo de la Luna
el Lunik se derrite sobre el sexo lunar
la música se rompe en mínimas avispas
Haydn y Bach se asustan
el cine se fragmenta en dados y
pelucas
el hombre se deslíe en tedio y gelatina
y el reloj se adelanta
y las ruedas aplastan
y las úlceras nacen
y los cánceres crecen
y crece la locura
y crece la ansiedad
y crecen los psiquiatras
y crecen las bocinas
y crecen las manías
y crecen los idiotas
y crecen los manicomios
y crecen las necrópolis
y crece la mentira
y crecen los robots
y crecen los anuncios de semilla de pelo
y crece el desconcierto
y crece el daltonismo
y crece en fuego el Tibet
y crecen los libreros
vendedores astutos de libros de relax
y crecen las montañas de hombres
desocupados
y crecen los tranvías de huelguistas sin
nombre
y el hombre monologa con pupilas ciegas
y el hombre ahuma vidrios para ver el
eclipse
y el hombre rompe espejos
y el hombre incendia fobias
y el hombre se revuelca en un globo de
crisis
y el hombre impreca al cielo
y el hombre otea el cambio
y el hombre siente el caos
en el aire
en el viento
en el agua
en la luz
El hombre se debate en un siglo
inquietante
El hombre se reduce y atomiza su
voz.
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