Los enamorados, Chagall
Un beso...
Flores, chocolates, galléticas,
un disco romántico....
Una corbata ¡ Wow... ! bonito detalle.
¡una cena! no faltaba más.
Ah, claro, por supuesto, es evidente, no podría ser de otra manera:
Un collar de perlas.... ¡ese si que es regalo!
aunque, un descapotable hubiese sido... mejor.
Eso, mejor.
Las ofertas, siempre estaran ahí en la pub de cada día.
Y después, el pretexto, a otra cosa...
Nos referimos al plano material, como suele ser. Claro, mundo material, todo material, y... hay que decirlo: banal. Eso, banal.
Es que desde hace algún tiempo se quiere borrar la esencia del Ser, se lleva a la humanidad en carrera vertiginosa: compra, compra, compra ....
¿Hay que echar culpa?
Por lo menos responsabilidades.
Cuando se cree tener ya, las claves de la vida, van los arquitectos sociales y cambian las pistas.
Si nos hemos dado cuenta, el slogan posmoderno pasa por Consume-, juega, odia y hace la guerra.
y como dijo el filósofo: la realidad se ha vuelto liquida. Más bien, nos la han hecho líquida.
Así que volvamos a la semilla: el amor es de todos los días.
Y no odies.
Odiar produce cáncer... no lo crees?
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