EN LA BATALLA DE LAS FLORES

«Sé de quien ha dejado un soneto sin el terceto último, por ir a averiguar en la Bolsa un asunto de tanto por ciento»
-Rubén Darío

sábado

El huracán Irene, y una novela de Marc Levy


Sin lugar a dudas HONDURAS debía ser un lugar infernal, según pensaba Philip -y como también más tarde concluía su esposa Mary-, al momento de enterarse del huracán Fifi que batía las tierras centroamericanas. Con esa catastrófica realidad se va construyendo la novela: Où est-tu ¿ ( Dónde estás? De Marc Levy, trama en la que además se cruzan sentimientos y tragedias personales.
Sin lugar a dudas la gringa Susan –otra personaje de la novela-, no se lo piensa dos veces para volar al auxilio de los necesitados, cuando se entera que el huracán Fifi ha devastado medio territorio hondureño. Por eso Susan con el emblema del “Cuerpo de Socorro” al pecho y tras sus espaldas de wonderwoman volando la bandera de barras y estrellas partirá y regresará y volverá a partir para dar auxilio a los campesinos que no tienen nada en aquella olvidada tierra hondureña.
Por supuesto que la gringa Susan tiene otras motivaciones para la escapada, y esa intriga no se resolverá en la novela de Levy, sin antes desmadejar contradicciones y conflictos.
Sin lugar a dudas, Lisa –hija de Susan y padre desconocido-, naufraga cada noche al final de horrendas pesadillas huracanadas y vive con el fantasma de la catástrofe que la persigue desde que naciera hasta su nueva vida lejos de los torrentes.
Sin lugar a dudas, tanto Philip como Mary –convertidos en padres adoptivos de la huérfana Lisa-, también están escapando al huracán sentimental. En esa trama casi anodina volverán las noticias de los huracanes y en distintos momentos Philip y Mary se ven en la comparación de aquella infernal tierra tropical -un país imaginario del fin del mundo condenado a la miseria y las catástrofes-, y del otro lado una paradisiaca New York en una noche navideña con fluorescentes neones, escaparates luminosos y multitudes en las tiendas de regalos.
Sin lugar a dudas el amor triunfa sobre todas las contradicciones y dudas, Lisa tiene una verdadera familia que la ama, y en esa fuga adelante, con el amor desbordado, Mary lleva a Lisa entre peripecias a un viaje de virtual exorcismo. La chica puede mirar al fin, frente a frente al monstruo que la acosa día y noche.
Hay héroes en la novela, por supuesto: los pilotos que fotografían huracanes y los funcionarios que dan las alertas a esos pueblos antillanos que están más allá de la línea imaginaria.
Sin duda, lo que no imaginamos, ni los personajes de la novela, ni Marc Levy ni los lectores, es que el huracán Irene –impredecible monstruo-, también llegaría a la paradisiaca New York de neones fluorescente, justamente un par de días después que yo terminaba de leer esta novela. Los desastres, se sabe, ignoran la línea imaginaria.

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