EN LA BATALLA DE LAS FLORES

«Sé de quien ha dejado un soneto sin el terceto último, por ir a averiguar en la Bolsa un asunto de tanto por ciento»
-Rubén Darío

sábado

Texas, la cultura


Clichés, muchos, bastantes, los más singulares son los asociados a las series-tv texanas, siempre con algún sombrerudo. Pero más que pozos petroleros y dólares, Texas también es un territorio de Rembrandts, Rubens, Michel-Ange, Matissesssss... y mucha cultura. Es lo que nos explica un artículo de Arts-Magazine en su edición de agosto.
Una vuelta por los museos y se puede apreciar además obras de Picasso, Dalí, Gauguin, Renoir y Rodin.
Del contexto, Texas atesora una cultura ecléctica heredada de un pasado habitado por españoles, franceses y mexicanos, y un presente donde las procedencias de inmigrantes hacen cóctel.
Reseña Arts-Magazine medio siglo de bonanza de ganadería y petróleo que dio a los texanos poder adquisitivo, tanto, como para no dudar en hacerse de unas cuantas “obritas” universales, de esas mencionadas en el lead.
Nada menos el Dallas Museum of Arts tiene un fondo de 23 000 obras europeas, americanas, africanas y asiáticas, que resumen 5 mil años de historia. Este museo registra un record de medio millón de visitantes al año.
En el mismo perímetro cultural de Dallas, el Nasher Sculpture Center posee una de las más importantes colecciones privadas de Estados Unidos con obras escultóricas expuestas en el jardín del edificio. También el barrio de las artes es una exposición arquitectural en sí, sus edificios faro: el centro de sinfonía Morton H Meyerson, el teatro vertical y todo un promontorio de edificios high-tech.
Pero no sólo es Dallas, hacia los cuatro rumbos de Texas donde se busque habrá una galería, como en Fort Worth con su Arts District de imponentes museos de la talla del Kimbell Art que posee un Caravage, un Cezanne... y otros muchos sitios donde los circuitos itinerantes tiene plaza.
Por supuesto no faltan las tradiciones de fin de semana con rodeos y desfiles de vacas, emblema cultural como el vestido típico cow-boys y el sombrero Stetson. Y su música, claro.
Un detalle de experto recuerda que en Texas aún hay entusiastas y nobles mecenas, pero que el florecimiento cultural se deben también a la participación de los habitantes en comités de apoyo a sus instituciones culturales.
Visto y oído, la cultura no es un accesorio decorativo, y en Texas está la prueba: en cualquiera de sus universidades se puede estudiar HISTORIA DEL ARTE.

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